Hay quienes creen que trabajar y estar en el ministerio de la predicación de la Palabra, es siempre contraproducente para la iglesia del SEÑOR, al punto que hacen recaer sobre la conciencia de muchos hombres de Dios, una idea errónea de la fe que los lleva a la culpabilidad no bíblica. De esta manera, aquel predicador que trabaje para sostener a su familia, es un hombre que no ha tenido una fe lo suficientemente grande.
Obviamente este razonamiento no es del todo cierto, la Biblia nos muestra por una parte que, aquel que predica el evangelio, viva del evangelio (1), pero también muestra a aquel que dio aquella instrucción en el nuevo pacto, trabajando para no comer su pan de balde en un contexto especifico lo que presupone que no siempre los siervos de Dios pueden vivir del evangelio en ciertas circunstancias, ya sea por la irresponsabilidad de las iglesias que envían, u otras causas (2). (1) 1Cor.9:13-14, 1 Ti 5.17 - 18, (2) Hechos 20:35
Todo depende del contexto y circunstancias de cada localidad o país, e incluso dentro de esos contextos sociales, y locales, el trama eclesiástico, ya que no es lo mismo una iglesia naciente, que una iglesia de treinta años de organizada y que tiene una membresía numerosa. Todo depende, como lo dije antes de las circunstancias.
En este tema, siempre debemos buscar aquello que edifique a los santos, y que de la máxima gloria a Dios, esto ocurre cuando somos cuidadosos en como interpretamos las Escrituras, obviamente no estamos libres de errar, pero podemos hacer un gran esfuerzo en tratar de dar el sentido correcto a la ley de Dios (3). (3) Nehemás 8:8
A la luz de la Palabra de Dios, y el contexto venezolano, puedo decir con toda franqueza que un misionero nativo en Venezuela haría bien en trabajar si está iniciando una obra, o si la iglesia es tan humilde que no puede sostenerle. No debe pensar el hombre de Dios que esto haga, que está obrando mal, al contrario, está dando ejemplo a su iglesia y glorifica a su creador dando oficio a las capacidades que ha recibido como dones del cielo para poder vivir.
He escuchado las presiones que pastores y misioneros nacionales han tenido de otros pastores y misioneros nacionales y foráneos, llamándolos a dejar de trabajar, para servir a Dios sin ningún ingreso que le permita sostener a su familia dignamente, darle los bienes esenciales, salud, educación, vestido, recreación, entre otros, reprochándoles su falta de fe.
Es doloroso ver como algunos jóvenes son llamados de manera irresponsable a ingresar al campo misionero, dejando todas sus labores, para luego encontrarse solos, y dependiendo de ayuda foránea o de las migajas que las iglesias que lo envían pueden darles, y haciendo padecer a su familia de necesidades que no debería tener en un país con abundantes oportunidades como lo es Venezuela. Ningún misionero o incluso pastor venezolano, tienen excusa en ese sentido, tienen la libertad de trabajar, y hacerlo para la gloria de Dios.
No creo que esto sea conforme a la voluntad de Dios, no se debería enviar a jóvenes a ser misioneros sino se cumple con la exhortación paulina de “…encaminarlos, de modo que nada les falte…” (4) El resultado es doloroso muchas veces, y aunque Dios en su providencia cuida a estos hombres y a sus familias, ellos y sus responsables no están obedeciendo a la Biblia en este punto, en vista de esto, quién esté en esta situación de abandono o descuido, debe trabajar. (4) Tito 3:13
Luego vemos a jóvenes que resentidos empiezan a cuestionar a sus iglesias, y es allí donde en medio de aquellas crisis comienzan a preguntar si realmente eran llamados por Dios, y este es otro tema, pero forma parte una problemática que están viviendo muchas iglesias.
Por esta causa, yo animaría a algún hermano que está en esta situación, a que pueda laborar a la vez que ministra la Palabra de Dios. Es cierto, debería estar a tiempo completo, pero también es cierto que debería, por la situación que podría estar atravesando, trabajar también y esto no tiene porque causar problemas, para eso Dios ha querido además establecer en las iglesias de Dios un gobierno plural (5), y no un gobierno de un solo pastor presidente, una disposición no sacada de la Escrituras. (5) Tito 1:5, Santiago 5:14, Hechos 14:23, 1 Timoteo 5:17; Hechos 20:17, Hechos 11:30; 15:2, 4; 21:18
Vendrá un momento donde la iglesia local podrá sostener a un misionero local o a ese misionero que quizá termine siendo el pastor, para que se dedique exclusivamente a la predicación, la enseñanza y la oración, y no crea usted que es trabajo fácil. Aquel siervo a tiempo completo no debería tener menos esfuerzo y fatiga en su trabajo, que aquel que no lo está. Un siervo de Dios a tiempo completo debe esforzarse, esa palabra lo encierra todo, eso implica horas de estudio de la palabra, horas de exégesis, oración, una buena comunión con Dios y el cuidado de una comunidad de gracia.
En nuestra nación aquellos hombres que como el apóstol Pablo, prediquen la Palabra, pero también trabajen para sostener a sus familias, disfrutarán del respeto y consideración no solo de los cristianos, sino de los no cristianos, tan acostumbrados a ver el mal testimonio de pastores perezosos, ya sean misioneros locales o pastores, haciendo la salvedad en la diferencia que presuponen estas dos vocaciones.
El testimonio de Pablo para mi es de ánimo, desde la mañana hasta la tarde trabajaba con sus manos haciendo tiendas, pero aún así fue aquel apóstol que escribió gran parte de las instrucciones a las iglesias de Cristo, y sus escritos inspirados por Dios los disfrutamos hoy día, al igual que de su testimonio. ¿Sois mejores que él?
Quiero animar a los hombres que están pasando por esta situación, y son llamados por Dios al ministerio sagrado, que no desmayen en su labor, y que sigan el ejemplo del apóstol, sobre este tema hay tanto que decir, pero por ahora solo deseo dejarles esta minuta, ya tendré más tiempo para tocar a profundidad estos temas. El SEÑOR sea en todas las cosas glorificado.
© Por Fares Palacios. Bautista Reformado. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.
